Las Orillas del Comienzo

Mi apellido... me quede un poco paralizada cuando me pregunto eso. Lo más seguro era que la mayoria de la Push nos conocieran a mi familia y a mi, después de todo nosotros estabamos para exterminarlo y checar que las leyes de los vampiros se llevaran acabo, aun que claro había caso como el mío.
Suspire un poco, no podía mentirle ya que después de todo en si el era mi pareja? Ahora.
Voltée a verlo mientras inclinaba un poco mi cuerpo haciendo un tipo de reverencia, aun que estando sentada no me saldría tan bien... simplemente la costumbre y la educación que me había enseñado.
-Vulturi... Heidi Vulturi...- me mordí un poco el labio, mirandolo.

La observe a los ojos atonito. Habia dicho 'Vulturi?'. Sonrei nervioso. No podia ser, me estaba jugando una buena broma.
-Vulturi?...
Repeti en una pregunta algo nerviosa. Cualquiera con al go de sesos en la Push hubiera dado un salto hacia atras y rasgado su cuello. Pero entonces recorde todo, el sentimiento de amor y necesidad broto nuevamente y la observe a los ojos con algo de preocupacion.
-Heidi Vulturi...
Repeti. La abrase fuertemente y bese su frente.
-Ahora entiendo lo de tu familia...

Suspire profundamente como si en verdad necesitara de ese aire cuando beso mi frente. Note que no esperaba esa respuesta, claro nadie la esperaba pero no estaba taan podria decirse ¿orgullosa? No ya no, antes si lo sentia ahora me sentia un poco más igual a los demás.
-Si así es... Vulturi... claro, mi familia es la "realeza vampiríca" se supone que nosotros más que nadie debemos de respetar nuestras normas... -baje la mirada encogiendome de hombros.

Asenti con la cabeza.
-Ahora entiendo porque esto que haciamos estaba tan mal...
Agache la mirada y bese su mejilla suavemente.
-No importa... yo... yo te amo igual... eres un ser delicadamente hermoso y significas mucho para mi... mas que tu nombre... y te protegere de cualquiera que quiciera dañarte. Entiendes?...
Le comente algo nervioso, atonito y desesperado.

Sentí la desesperación en sus palabras y instántaneamente lo bese. Dulce y lentamente para que de una forma u otra se olvidara de todo.
Suspire mientras me separaba arrastrando sus labios.
-Me alegro que no te importe mi apellido... por que si eso lograra separarme de ti juro que primero me lo quito cueste lo que cueste y tenga que pasar por quién tenga que pasar...- no sabia exactamente que decia lo único que sabia era que mis palabras si tenia coherencia eran verdaderas.

Asenti con la cabeza y la abrase un poco mas apegandola aun mas a mi cuerpo, bese su frente, su mejilla, sus labios.
-Creo que tal vez deberiamos irnos hacia otra parte de La Push... si alguno de los de la manada te vieran no tendrian la compasion que yo...
Comente.
-...Y tal vez serian demaciados para enfrentarme a ellos todos juntos contra mi...
Agregue algo apenado.
-Que dices?... A donde quicieras ir?...

Suspire cerrando los ojos al sentir sus labios por mi frente, mi rostro y finalmente mis labios. Sonreí sobre ellos. Me aferré de igual manera a él como si fuera la última vez que lo vería, pero solamente queria asegurarme que nunca lo perderia.
-No me importa el lugar, con tal de estar contigo...- susurré recargando mi cabeza en su pecho.

Asenti agachando la mirada y cerrando los ojos. Amplie mis sentidos para corroborar que estabamos a salvo varios kilometrps a la redonda, luego la bese suave y calidamente.
-Quieres ir a pasear por el bosque?...
Le pregunte señalando la espesura vegetal que comenzaba a unos metros de donde nos encontrabamos.

Respondí a su beso lentamente y con delicadeza.
Sonreí cuando se separo de mi para poder hablar, mientras yo lo miraba atentamente sin despegar ni un solo segundo mis ojos de los suyos... cada vez me perdia un poco más en ellos.
Voltée un poco viendo como a pocos metros comenzaba el bosque.
-Claro... quiero conocer el bosque - Le sonreí mientras entrelazaba mis dedos con los de él.

me levante sonriendole y la alse entre mis brazos, besandola calidamente y comense a caminar hacia la espesura.
-Te gustara, en serio... es uno de mis lugares favoritos de La Push...
Le comente, observandola a los ojos. Esos ojos hermosos que me habian cautivado.
-Como puedes haberme hecho esto?...
Pregunte con una sonrisa.
-Como pudo haber pasado, amor?...
Agregue y la bese nuevamente.

Rodée su cuello cuando me alzó en brazos, mientras me perdía en sus labios respondiendole a su beso, sonriente.
-Bueno si tu dices que me gustara estoy segura que es así...- le sonreí abiertamente mientras sostenia la mirada perdiendome en la suya como podía notar que el hacía con la mía.
Pusé una de mis manos en su nuca enterrando mis dedos en su cabello mientras recargaba mi cabeza en su hombro.
-Pues no lo sé, yo no controlo tus sentimientos, eso solo puedes respondertelo tu mismo.-

Hice una mueca seguida por una sonrisa.
-Esa es la cuestion... no puedo responderlo...
Observe su rostro, y sonrei al captar una y otra vez esa belleza que me envolvia de ella. Su sonrisa me hacia sentir la persona mas afortunada del mundo, el hombre con mas suerte y el mas alegre.
-Pero, al fin y al cabo no importa... Verdad?...
Agregue al fin.

Sonreí mientras le acariciaba su mejilla. Su calidez estaba todavía en ella hacíendo mucho mejor la sensación de tocarlo.
Deline cada centímetro de su rostro sin dejar de sonreírle o quitarle la mirada de ensima. En verdad, no sabía como pero ahora él era todo para mi. Extraño pero me agradaba.
-Supongo que no... lo único es que estás a mi lado- con un brazo me aferre más a su cuello.

Sonrei al escuchar sus palabras, y cada vez que movia su cabello su perfume subia hasta mi olfato para deleitarme un poco mas. la abundancia de lo dulce que saboreaba cada vez que respiraba el mismo aire que ella me habia hecho olvidar el acido de la ponsoña, pero cuando lo encontraba, por algun extraño motivo no me desagradaba tanto.
-Como sea... Eso es lo mas importante...

Sonreí abiertamente sin dejar de observarlo. O sin dejar de recorrer su rostro con mi mano, pareciera que buscara algo aunque simplemente lo hacía para conocer mejor lo que mis ojos veían sin parar.
Lleve mi mano a su cabello mientras se lo acomodaba un poco.
-Por supuesto, más nada importa..- bajé un poco la mirada a sus ojos antes de sonreírle y darle un corto beso en los labios.

Luego de que me besara ingresamos al fin al bosque, anduve por unos metros caminando y luego apure el paso, saltando algunos troncos caidos, sintiendo la espesura de la vegetacion bajo mis pies.
Heidi sobresalia de aquel entorno debido a su palido rostro, sin embargo el verde le daba un matiz muy extraño pero aun mas hermoso.
Me detuve en una especie de claro pequeño y la deje bajar, aun sosteniendola por la cintura suavemente.
-Aqui estaremos bien...
Comente sonriendole.

Recagué mi cabeza en su hombro, mientras notaba como seguía caminando por el bosque.
-Cuidado que peso...- le dije en son de broma, riendome un poco hasta que llegamos a un pequeño claro.
Sonreí mirando hacía el claro cuando me bajo volví hacía él, sin dejar de sonreír o soltarle del cuello.
-Es muy bello....- le susurré antes de inclinarme un poco para besarlo.

La abrase instintivamente cuando me beso, rodeandola con mis brazos a la altura de sus hombros. Mi cuerpo ya se estaba acostumbrando al suyo, asi como mis sentimientos se acostumbraban de apoco a funcionar al maximo cuando la miraba a los ojos, o simplemente me acariciaba.
Bese su mejilla suavemente, sonriendo a penas.
-Esto es muy loco, sabes?... pero me gustas mucho, Heidi... tanto como para olvidar mis raices para siempre...

Sonreí cuando sentí su abrazo, por uun momento me sentí protegida y bien yo no sabía el porque de eso. Suspire sin dejar de sonreír cuando sentí sus labios sobre mi piel. Una perfecta sensación de calor sobre mi cuerpo.
Abrí los ojos para poder observarlo mejor, embriagarme de él mejor dicho.
-¿Olvidarte de tus raíces? - baje la mirada mirando hacía el claro, eso no era exactamente lo que me gustaria ver -No creo que yo valga demasiado para eso Alexander...- le dije en a penas un susurro.

Hice una mueca mientras la acariciaba y le acomodaba el cabello.
-Es un decir... creo que vales mucho, y despues de todo reconozco que no es cien porciento bueno ser una bola de pelos...
Le bese la frente.
-A demas, sin contar lo de hoy, no soy de transformarme mucho, Heidi... a veces pareciera que reniego de lo que soy...

Suspire lo más profundo que puse innecesariamente cuando sentí su beso en mi frente y como acomodaba mi cabello.
No pude quitarle ni un segundo la mirada, como siempre me predía mirandolo sin cesar ni un solo segundo.
-¿Una bola de pelos? - no pude evitar reírme un poco por su comentario, nunca se me había ocurrido ese sobre nombre para lo que el era y realmente no estaba nada mal. Lleve una de mis manos a su cabello despeinandolo mienras le sonreía. -Una bola de pelos, muuy linda...- soltée una pequeña risita -Pues no deberías, aunque sea un licántropo eso como naciste-

Hice una mueca. Me sonrojba que me alardeara tanto, pero a la vez me gustaba viniendo de ella. Tambien era muy hermosa, unica a mi pareser.
Acaricie su mejilla, luego acomode su cabello.
-SI tu lo dices...
La observe fijamente a los ojos con ternura.
-Pero por ti lo dejaria de lado tambien... No sueño con que me acepten en tu familia... ni siquiera sueño con que se enteren, mas que un sueño seria una pesadilla... pero si el caso llegara negaria ser lycan...

Fruncí el ceño y negué con la cabeza lentamente mientras volvía a clavar mi mirada sobre la de él.
Me sorprendieron un poco sus palabras aun que a la vez intentaba formular una respuesta en mi cabeza ya que por un lado estaba de acuerdo y por el otro definitivamente no.
-No, ellos tendrán que aceptarte tal y como eres, sin cambias, antifacez o mentiras, y si no les gusta muy su problema. - le sonreí también acariciando su mejilla- Yo quiero que ellos te acepten tal y como yo lo hice, sin engaños simplemente la verdad-

Solte una risita algo nerviosa al oir lo ultimo.
-Heidi, amor... tu eres la excepcion a una regla mortal en el enfrentamiento que rige a nustras razas... tu familia me mataria antes de presentarme ante ellos... nunca me aceptaran como tu lo hiciste...
Comente acariciando su rostro y juntando mi frente con la suya, mientras sentia su aroma tan seductor y adictivo.

Suspire al escucharlo y sentír aún más su cercanía. Acaricie su rostro también mientras lo observaba y después simplemente cerre los ojos disfrutando de su aroma y de la sensación de tenerlo junto a mi.
-Te quiero, mi lobito...- no sabía que más decir, simplemente eso.